En junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer a la Piel, como una forma de visibilizar esta grave enfermedad que ha experimentado un importante incremento en los últimos años, y en Chile se ubica como el tercer tipo de cáncer más común.
¿Qué es el cáncer a la piel?
El cáncer es una enfermedad en la cual las células del cuerpo comienzan a multiplicarse sin control. Cuando el cáncer se origina en la piel, se denomina cáncer de piel.
Es de fácil detección para el dermatólogo y un tratamiento precoz permite la curación de prácticamente todos los casos.
Existen varios tipos de cáncer a la piel. El menos frecuente pero más peligroso es el melanoma, que, si no es tratado a tiempo, puede ser mortal.
Tipos de cáncer a la piel
Existen tres tipos principales de cáncer de piel:
- Carcinoma basocelular. Es el más común del cáncer a la piel y aparece en la capa superior de la piel o epidermis. También conocido como cáncer de células basales, muy pocas veces se propaga al resto del cuerpo, no tiene capacidad de metástasis. Es ciento por ciento curable si se descubren y trata a tiempo, sin embargo, si no se detecta, puede causar desfiguración.
- Carcinoma espinocelular. Es el segundo más frecuente de los cánceres a la piel, se estima que 2 de cada 10 casos. Permanece con frecuencia confinado a la epidermis, pero si no es tratado a tiempo, puede penetrar a zonas más profundas e, incluso, ramificarse (metástasis)a tejidos y órganos lejanos.
- Melanoma. Es el menos frecuente, pero como dijimos anteriormente, el más letal. El melanoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero en el hombre ocurre con más frecuencia en la espalda, y en la mujer, en las piernas. Altamente curable si se diagnostica y trata a tiempo. Cuando se propaga (hace metástasis), por lo general a los pulmones o el hígado, puede ser extremadamente difícil de curar.
¿Qué puede provocar cáncer a la piel?
- Estar expuesto al sol en forma constante.
- Ser más sensible al sol, como las personas de piel muy blanca, rubias o pelirrojas, y pecosas.
- Contar con antecedentes de quemaduras solares, especialmente en la infancia.
- Tener muchos lunares (más de 50).
- Ser inmunosuprimido o trasplantado.